chimpances

Tratando de analizar los procesos en disputa sobre límites territoriales entre dos naciones observo con tristeza que el Desarrollo Humano de que estamos tan orgullosos se encuentra por debajo del desarrollo de los chimpancés, animales a los que despreciamos de los que no juzgamos tan superiores.

Efectivamente ni siquiera todos los chimpancés, sino algunos grupos tienen marcados sus territorios y los defienden de los otros grupos de su misma raza.

Esa marca del territorio o SOBERANIA significa para ellos su “lebensraum” o espacio vital.Es decir la parte del bosque del que obtiene sus alimentos.

Para nosotros los humanos en el nivel de desarrollo que habemos obtenido a través ciento de millones de años, nuestros límites territoriales no suelen delimitar un espacio vital de ordinario tanto más que las disputas implican generalmente espacios muy pequeños carentes de valor económico.

La soberanía es ante un valor emocional que tiene una cierta utilidad práctica, pero que como todo valor emocional puede ser TRANSADO, algo que entra en la capacidad humana que los chimpancés no tienen.

El ser humano puede transar, vender, regalar si quiere y le conviene Lo que le rebaaja a nivel de los chimpancés es estar

ESTÚPIDAMENTE BLOQUEADO POR LAS EMOCIONES PUESTO QUE SUPONEMOS

AL SER HUMANO COMO ANIMAL RACIONAL.

Racional, un poco en teoría ya que en todos nosotros sin excepción prima la EMOCION

Cuando las relaciones entre dos estados o grupos humanos son emocionales, no hay posibilidad alguna de relaciones sanas quedando reducidos a ser unos sub-chimpancés que terminan, pronto o tarde en intentos de mutuo masacre

ALGO QUE ELEGANTEMENTE DENOMINAMOS GUERRA PATRIOTA.

La disputa entre un fuerte y un débil o de quien se considera fuerte y ve al otro como débil es siempre de orden emocional, aunque se trate de revestir de una falsa racionalidad.

AMBOS TIENEN CONCIENCIA QUE SIEMPRE DEBERÁ PERDER EL DÉBIL.