reflexiones
DIALOGO CON PEDRO BERNARDONE Hace ya muchos años pensé en escribir una biografía literaria de un Francisco de Asís del siglo XX. Tomé notas y escribí párrafos. Este diálogo me parece rescatable. -- Francisco, te he llamado con un grito de moribundo que silenciosamente incluí en la misiva que te envié. ¿Vendrás? Las fuerzas me abandonan día a día. ¿Qué digo? Hora a hora me siento más débil. En estos momentos de angustia desesperada cada célula de mi cuerpo grita: ¡Hijo mío, ven! ¿Vendrá? Lo sé. Te arrojé de esta casa, te desherede y maldije. ¿Cómo me atrevo a llamarte ahora junto a mí? ¿Es por la debilidad de la vejez? ¿Es por el miedo a la muerte? Yo, Pedro Bernardone no chocheo aun. La muerte, cierto, está muy cercana. La leo en la cara de mi médico; en las actitudes de mis familiares y criados; la leo en mí mismo. Siempre fui un hombre enérgico y lleno de vitalidad. Sobre todo he sido terco. Terco, si, pero no imbecil. Terco por orgullo y cólera. No por falta de lucidez. Nunca renegu