reflexiones soldaditos de plomo
PLOMO
Hace Solamente unos días apareció la noticia de que los niños de una escuela habiendo desarmado un artefacto, sacaron las bolitas de plomo, jugaron con ellas y pronto sintieron.0000000 una intoxicación: vómitos, mareos, dolor de cabeza y otros síntomas. Tuvieron que ser conducidos a un Hospital.
Todo ello me ha hecho reflexionar.
Cuando niños (tengo 80 años) yo jugaba interminablemente con soldaditos de plomo. Igualmente la mayoría de los otros niños fuesen ricos o pobres. Era el juguete universal y solamente diferían en la calidad de su manufactura. Se llevaban en los bolsillos y algunos dormían con ellos.
No sólo los soldaditos eran nuestros juguetes, sino que el agua que bebíamos llegaba por cañerías de plomo que recorrían baños y cocinas.
Parece evidente que intoxicados los supervivientes seríamos escasos e irremediablemente tarados según los diagnósticos predictivos actuales.
Lo anterior no implica que nuestros científicos estén equivocados o que la diferenciación de los síntomas hayan sido tardíamente clasificados.
Es probable que en mi tiempo se diesen ciertos problemas de intoxicación que no se reconocían aun, pero es indudable que no eran masivos. Hablo de una ciudad de un millón y medio de habitantes en la época y un país de veinte millones.
Sigo, pues, reflexionando como ignorante en medicina.
Herodoto cuenta que el rey Midas, temiendo ser envenenado, absorbía, aconsejado por sus médicos, pequeñas cantidades de veneno par acostumbrar a su organismo a metabolizarlo. Quizá era un método inadecuado, pero que implicaba un cierto conocimiento médico, seis siglos antes de Cristo, que Pasteur aplicaría más tarde a la vacunación.
¿Qué relación tendrá ello para lo que se considera como “agresiones del medio ambiente” sobre nuestros organismo?
¿El estar rodeado desde el nacimiento en contacto con elementos “agresivos”, siempre que ellos sean en perfil bajo y continuo creará una especie de vacunación contra ellos?
Antropológicamente hablando está demostrado que las defensas artificiales de nuestro organismo lo debilitan.
Es posible que antes de esas defensas, como ropa calzado y otras semejantes, los accidentes fuesen más frecuentes, pero, sin duda, se creaba una especie “selección natural” o eugenismo. Los más adaptados sobrevivían y se fortalecían.
Todo ello no implica que, (como los románticos), pensemos que volver atrás es lo mejor para la sobre vivencia humana. Imaginariamente lo sería, pero las sociedades humanas no retroceden sino por cataclismos universales. Aunque ello implique un debilitamiento que pueda llevar a la extinción de la especie.
Aquellos que ya han hecho un hábito del uso de esas defensas no pueden prescindir de ellas, al menos como grupo, excepcionalmente como individuos.
Además sucede que imposibilita volver hacía atrás el hecho que el mundo circundante haya cambiado de tal manera que la indefensión sea mayor. Pongo por ejemplo el caminar descalzo. Aquellas personas que caminaron siempre descalzos estaban habituados de tal manera que hasta su manera de caminar se adecuaba a ello. Acostumbrados al calzado los pies, no solamente se hacen más sensibles en todos los aspectos, sino que existe un desfase cultural. Aparte de ello el medio en que se mueven ya no suele ser natural y se encuentra altamente contaminado. Si implican sus actividades riesgos la seguridad de un calzado les hará menos vigilantes y cuidadosos ante el peligro aparte de con reflejos mucho más lentos. Es cierto, existen individuos que desean recuperar la capacidad de caminar de nuevo descalzos. Ellos no solamente enfrentarán los problemas de la recuperación de capacidades perdidas, sino también las diferencias de un medio ambiente que les presentará nuevos problemas.
Los naturistas y afines enfrentan delicados problemas que a veces no calculan, porque el romántico pasado no existe en el presente.
Por otro lado opino que muchas de nuestras enfermedades y debilidades actuales provienen de una continua fragilización de nuestra naturaleza por influencia de la CULTURA.
LAS CULTURAS con sus modelos de tecnificación (esto ha ocurrido en todas las fases de la historia), implican un a progresiva adaptación. del ser humano a modelos ideológicos con toda su ambivalencia de positivos-negativos, pero que culturalmente nos son siempre presentados como
DESARROLLO POSITIVO
Lo que es absolutamente falso.
El naturismo romántico, igualmente ideológico, insiste que lo pasado es únicamente positivo.
SOLAMENTE AQUELLOS QUE QUIERAN APLICAR SOBRE SI MISMOS EN FORMA INTELIGENTE LO POSITIVO DEL PASADO, PODRÁN EXPERIMENTARLO INDIVIDUALMENTE aceptando QUE LA COLECTIVIDAD NO LO PODRÍA ADOPTAR EN FORMA CONSTRUCTIVA Y SANA
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Hace Solamente unos días apareció la noticia de que los niños de una escuela habiendo desarmado un artefacto, sacaron las bolitas de plomo, jugaron con ellas y pronto sintieron.0000000 una intoxicación: vómitos, mareos, dolor de cabeza y otros síntomas. Tuvieron que ser conducidos a un Hospital.
Todo ello me ha hecho reflexionar.
Cuando niños (tengo 80 años) yo jugaba interminablemente con soldaditos de plomo. Igualmente la mayoría de los otros niños fuesen ricos o pobres. Era el juguete universal y solamente diferían en la calidad de su manufactura. Se llevaban en los bolsillos y algunos dormían con ellos.
No sólo los soldaditos eran nuestros juguetes, sino que el agua que bebíamos llegaba por cañerías de plomo que recorrían baños y cocinas.
Parece evidente que intoxicados los supervivientes seríamos escasos e irremediablemente tarados según los diagnósticos predictivos actuales.
Lo anterior no implica que nuestros científicos estén equivocados o que la diferenciación de los síntomas hayan sido tardíamente clasificados.
Es probable que en mi tiempo se diesen ciertos problemas de intoxicación que no se reconocían aun, pero es indudable que no eran masivos. Hablo de una ciudad de un millón y medio de habitantes en la época y un país de veinte millones.
Sigo, pues, reflexionando como ignorante en medicina.
Herodoto cuenta que el rey Midas, temiendo ser envenenado, absorbía, aconsejado por sus médicos, pequeñas cantidades de veneno par acostumbrar a su organismo a metabolizarlo. Quizá era un método inadecuado, pero que implicaba un cierto conocimiento médico, seis siglos antes de Cristo, que Pasteur aplicaría más tarde a la vacunación.
¿Qué relación tendrá ello para lo que se considera como “agresiones del medio ambiente” sobre nuestros organismo?
¿El estar rodeado desde el nacimiento en contacto con elementos “agresivos”, siempre que ellos sean en perfil bajo y continuo creará una especie de vacunación contra ellos?
Antropológicamente hablando está demostrado que las defensas artificiales de nuestro organismo lo debilitan.
Es posible que antes de esas defensas, como ropa calzado y otras semejantes, los accidentes fuesen más frecuentes, pero, sin duda, se creaba una especie “selección natural” o eugenismo. Los más adaptados sobrevivían y se fortalecían.
Todo ello no implica que, (como los románticos), pensemos que volver atrás es lo mejor para la sobre vivencia humana. Imaginariamente lo sería, pero las sociedades humanas no retroceden sino por cataclismos universales. Aunque ello implique un debilitamiento que pueda llevar a la extinción de la especie.
Aquellos que ya han hecho un hábito del uso de esas defensas no pueden prescindir de ellas, al menos como grupo, excepcionalmente como individuos.
Además sucede que imposibilita volver hacía atrás el hecho que el mundo circundante haya cambiado de tal manera que la indefensión sea mayor. Pongo por ejemplo el caminar descalzo. Aquellas personas que caminaron siempre descalzos estaban habituados de tal manera que hasta su manera de caminar se adecuaba a ello. Acostumbrados al calzado los pies, no solamente se hacen más sensibles en todos los aspectos, sino que existe un desfase cultural. Aparte de ello el medio en que se mueven ya no suele ser natural y se encuentra altamente contaminado. Si implican sus actividades riesgos la seguridad de un calzado les hará menos vigilantes y cuidadosos ante el peligro aparte de con reflejos mucho más lentos. Es cierto, existen individuos que desean recuperar la capacidad de caminar de nuevo descalzos. Ellos no solamente enfrentarán los problemas de la recuperación de capacidades perdidas, sino también las diferencias de un medio ambiente que les presentará nuevos problemas.
Los naturistas y afines enfrentan delicados problemas que a veces no calculan, porque el romántico pasado no existe en el presente.
Por otro lado opino que muchas de nuestras enfermedades y debilidades actuales provienen de una continua fragilización de nuestra naturaleza por influencia de la CULTURA.
LAS CULTURAS con sus modelos de tecnificación (esto ha ocurrido en todas las fases de la historia), implican un a progresiva adaptación. del ser humano a modelos ideológicos con toda su ambivalencia de positivos-negativos, pero que culturalmente nos son siempre presentados como
DESARROLLO POSITIVO
Lo que es absolutamente falso.
El naturismo romántico, igualmente ideológico, insiste que lo pasado es únicamente positivo.
SOLAMENTE AQUELLOS QUE QUIERAN APLICAR SOBRE SI MISMOS EN FORMA INTELIGENTE LO POSITIVO DEL PASADO, PODRÁN EXPERIMENTARLO INDIVIDUALMENTE aceptando QUE LA COLECTIVIDAD NO LO PODRÍA ADOPTAR EN FORMA CONSTRUCTIVA Y SANA
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