UTOPIA: MÍSTICOS ANARQUISTAS

 HACE MUCHOS AÑOS VINO A VERME UN AMIGO QUE HABÍA TENIDO ALGUNAS EXPERIENCIAS EN COMUNIDADES TRADICIONALES. Me dijo que el querría fundar una por su cuenta.  Entonces se me ocurrió escribir esta utopía. Creo que hacerlo así es más entretenido y decidor, que hacer conjuntos de reglas y reflexiones, lo que en este caso se intenta de excluir. Como apéndices menos literarios añadiré  algunos fundamentos teóricos e históricos.

Hoy, con mayor experiencia y dado el desarrollo de las comunidades en todo el mundo, pienso que mis ideas aun tienen un cierto valor. Porque la mayoría de los ensayos, en vez de tratar de crear algo nuevo, se enriaban en experiencias del pasado que dicen poco con nuestra mentalidad anarquista y libertaria. Por eso rebautizo mi ensayo y le denominaré como subtítulo:


LOS MISTICOS ANARQUISTAS



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PARA LOS PUROS, TODO ES PURO.


¿Era aquel lema el que anhelaban para sus vidas?

Todo había comenzado como una aventura sencilla.. aventura la que se  habían sentidos misteriosamente.. El no había buscado que otros le ayudasen a ponerla en práctica. Temía que si se reunían varios no le permitiesen vivirla como la había concebido en un principio. Tampoco pensó nuca ser Guia o Maestro de nadie. Le repugnaba toda jerarquización, Unicamente deseaba experimentar.


Cuando más tarde, otros le manifestaron que querían participar en su forma de vida, tampoco se sintió el único dueño de ella. Comprendió lo dificil que es querer copiar a otro y que era más fácil que ellos recogiesen sus experiencias adaptándolas a ellos mismos. Las transformarían, enriquecerían o rechazarían. Eso sería todo.


Cuando, por fin, se le unieron otros compañeros, tuvo claro que cada uno viviría su propia vida. Sin reglas, obligaciones o exigencias. La práctica, la necesidad, la entrreayuda podrían generar prácticas unánimente aceptadas que mejorasen la convivencia y que se deberían ir modificando según las cambiantes circunstancias. Si no se llegaba naturalmente a ello, significaría que tampoco habían llegado a una madurez de consenso en sus relaciones de grupo. Rechazaba completamente toda norma coercitiva y dictatorial que se pudieran inventar con el pretexto del bien común, porque todo ello era destructor del amor.


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El monasterio no era monasterio, ni los monjes eran monjes, si se pensaba en las viejas concepciones jerárquicas tan diferentes a la comunidades los clanes primitivos.

El lugar era un campo desértico, lo que se suele denominar una propiedad, porque seguramente pertenecía a alguien, pero no al grupo que vivia en ella. No era suya, ni deseaban tener ninguna. Si el dueño sabía que la ocupaban, no le importaba, o bien, los consideraba gentes en tránsito, como los gitanos que no se apoderan del terreno en que colocan temporalmente sus carpas.

Se trataba de unas montañas inmensas y estériles que no se juzgaba sirviesen para vivir solamente deseables por hipotéticos minerales que ocultasen..

Lo que poco a poco se consideró como comunidad era un conjunto inorgánico de chozas fabricadas con piedras apiladas, arquitectura ancestral y olvidada de aquella región. Gravitaban alrededor de lo que algunos llamaban  divertidamente la capilla, una gruta profunda y desnuda ubicada a mediana altura en el flanco de la colina. Solamente en el piso de finisima arena. Había un maravilloso manadala (kylhor, lo llaman en el Tibet) y otros más pintados en las paredes dibujados pacientemente por los habitantes de la “Laura”.


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¡Laura!  quizá era la palabra más exacta y venerble par designar a aquel grupo de personas que se habían runido tan espontáneamente, no para vivir un “ideal” sino para tratar de “ser-ellos-mismos” partiendo de lo que intuitivamente deseaban.: una sencillez “sin nombre” combo la de los “primeros”,aquellos que ahora los estudiosos llaman “los originales” ¿Por que los pocos primitivos, escasos bolsones escondidos, ya tenían pocos rasgos de aquellas gentes tan antiguas. Sin embargo, los que allí se habían reunido tenían el convencimiento de poseer dentro de ellos mismo la información de lo que anhelaban. Sabían muy bien que esa información estaba cubierta con milenios de cultura que las cubría como espesas capas de pintura. Sin embargo estaban seguros que llegaban a ella tan pronto como se dejaban llevar por su misterioso instinto personal.

Así había sido cuando decidieron construirse abrigos o chozas usando sus manos y su ingenio. Observaron su entorno, amontonaron torpemente piedras para construir muros. Fracasaron varías veces y ,de repente lo lograron. No se extrañaron, cuando más tarde, les dijeron que miles de años antes, los pobladores de la región habían hecho lo mismo.


Más tarde podían decir ingenuamente::

Todo lo hemos creado con nuestras manos desnudas, Es nuestra manera de con que adoramos a Dios. Lo hacemos “creando” con nuestros cuerpos y mentes.

Porque una de las cosas más curiosas de aquellas  personas que se habían reunido era su religiosidad. Como todo su comportamiento, esta no estribaba en ninguna ideología. Previamente la podían haber tenido. Tampoco habían intentado  renegar de la que profesaron, simplemente la habían trascendido. Sobrepasando creencias, prácticas, reglas, dogmas…

Su pensamiento profundo era hacer a los “otros” aquello que deseaban para si mismos y los otros eran  tanto lo viviente como aquello que les rodease. Sabían muy bien que en ocasiones se preferirían a si mismos  y en ese caso  lo harían tan cortésmente como pudiesen sin falsas motivaciones ni hipócritas  pretextos. Aquello también pertenecía a las relaciones naturales.


Ser pobres no era para ellos una privación. Afirmaban que nada les habría impulsado a la vida que llevaban, sino su ansía primaria de LIBERTAD.. No-necesitar era un poco de libertad. Aceptando que esa libertad no puede ser fanática ni absoluta descubrieron de muchas maneras la importancia de la mutua colaboración y la capacidad de crear cosas con las manos.


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Cuando por primera vez se me habló de ellos, mi reacción fue

Es demasiado hermoso para que sea verdad.

Ve allí – se me respondió – convive un tiempo con ellos y luego me contarás si es cierto o no.

Desde que fui “allí” por primera vez ha pasado mucho tiempo, pero recuerdo que después de mi primera visita dije a mi amigo:

Es como me dijiste. Demasiado hermoso para que dure mucho tiempo.

El se encogió de hombros y rió:

Puede ser. ¿Qué importancia tiene la duración?  Ellos están conscientes de eso, lo importante es lo que viven “ahora”.


Sigue durando. Ya, muchas veces, me pregunto la razón siendo una realidad tan frágil. La mayoría de ellos  viven una realidad a la que social, ni físicamente fueron preparados.. Es cierto que no todos quedan allí largo tiempo, no lo resisten. Unos van, otros vienen, un núcleo persevera. Todos opinan que la experiencia vale la pena.

 Pienso que esta libertada de irse o quedares les proporciona parte de su ´xito. Nadie se siente constreñido más allá de sus fuerzas, ni rechazado  para revenir si lo desea. Esto es una excepción en este tipo de comunidades que exigen una “permanencia” y que no suelen  readmitir a los que les abandonan. Todos están conscientes de vivir una “experiencia” personal que no tiene  límites temporales definidos. 

Algunos me han dicho sonriendo que esperaban morir viviendo como lo hacían, incluso en casos que por la edad o su salud esto implicaba ciertos riesgos. Me aseguraban que era hermoso vivir día a día el “cambio” que es la esencia de la vida.


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Entre los que iban a visitarles y quedaban desorientados ante aquella mentalidad nueva, no era extraño escuchar:

Ustedes viven en la miseria, como seres primitivos, como los indios de hace quinientos años..

Si, es cierto, solían responder, tratamos de aprender de esas gentes que supieron vivir profundamente  implicados en el mundo que les rodeaba. Llegaron a obtener admirables soluciones prácticas para su vida cotidiana. ¡Nos causan envidia!

Los visitantes relacionados con credos religiosos: ¿Qué tiene que ver la vida de ustedes con las enseñanzas religiosas? 

Creemos que en “nada”. Quizá algo con lo que enseñaba Jeshoua ¡pura coincidencia!  Los que estamos aquí podemos haber pertenecido a muchas creencias y seguir perteneciendo si lo deseamos. Otros  no se sienten atraídos por ninguna. Nuestra norma es respetar  y aceptar al OTRO en todos los aspectos solamente exigiendo que el se comporte igualmente con cada uno de los demás. Ese es el ejercicio del AMOR.

Todas las sectas dicen practicar el  AMOR.

Tienes razón. Las sectas son grupos respetables que siguen ideologías. Nosotros, seamos considerados secta o no por los demás, no hemos creado, ni seguimos, modelos ideológicos, sino el amor AQUÍ Y AHORA. Ese amor lo manifestamos en la libertad el otro. 

Vuestro ideal que me parece bastante anarquista tiene un falla nunca resuelta. ¿Qué ocurre si el famoso  “otro” es agresivo? ¿Le dais la otra mejilla?

Cada caso debe tener su respuesta adecuada. La más general es ignoarlo en todos los aspectos. Nuestra vida basada en la mutua ayuda implica que el  “ignorado” cambie o se vaya.

Y…¿Si ataca físicamente? 

No se le ataca, se le “reduce”. Imitamos en lo posible las reacciones de las hordas, de las asociaciones naturales respecto a los miembros perturbadores, pero como somos seres  humanos, sin herir ni matar.

Ahora bien, esos casos se han dado raramente, hasta ahora,  entre nosotros y se han debido sobre todo a problemas enfermizos. Mucha violencia se genera con el afán de instrumentar a los demás en provecho propio. Cuando no se necesitas “usar” al prójimo en provecho propio, la violencia queda aniquilada en su propia raiz. Uno poco a poco entra en la “metanoia”.

¿Qué expresas con esa palabra extraña?

La “metanoia” significa “mente nueva” Es cuando se te cambia la visión que la cultura te metió en tu ser por medio de la educación que te dieron. Parece que Yeshoua insistió mucho sobre ello porque es una palabra frecuente en los Evangelios. También se refiere a ello la frase “que hay que nacer de nuevo”.  Muchos místicos insisten sobre ello cientos de años antes que Yeshoua..

Me pareces una especie de monje anarquista, naturista, hippie, revolucionario…

¿Acaso nosotros nos presentamos como monjes?

Bueno, así so llama la gente puesto que vivís en una comunidad, sois pobres, renuncias al consumo…Necesitan catalogaros dentro de algo conocido para ellos.

Nuestro único deseo es vivir como nos dicta nuestro deseo íntimo, según cada uno de nosotros lo sentimos. Ser-uno-mismo. Tienes razón, nuestro camino es particular y dificil de expresar al no encuadrarse en ninguna ideología. Aceptamos las experiencias de otros muchos que antes de nosotros o en el momento actual han buscado cosas semejantes, pero no seguimos las ideas de nadie. Menos aun dogmas o creencias. La búsqueda de lo natural, la simplificación máxima  a la que solemos aspirar es para liberarnos o porque la necesitamos para alcanzar lo que deseamos. Ni siquiera decimos este es “nuestro camino”, sino simplemente este es “mi camino”. Estamos aquí juntos porque nuestros caminos se parecen y podemos ayudarnos unos a otros.


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Nosotros los amigos de  la comunidad veíamos que con el paso del tiempo ellos tendrían muy pronto el problema sobre la educación de sus hijos. En aquella serranía donde vivían nos parecía un problema bastante insoluble. Nosotros cuando les visitábamos participábamos de todas sus reuniones, porque en aquella comunidad no existía ningún tipo de secretismo. Todas las tardes, como luego contaré a semejanza de los clanes primitivos, nos reuníamos alrededor de la gran fogata, para comentar cualquier acontecimiento, cualquier idea cualquier problema individual. Así que en una de estas reuniones alguno de nosotros lanzamos el tema.

Los hijos de ustedes crecen rápidamente, muy pronto alguno necesitará tener una educación formal. ¿Qué tienen pensado sobre ello? 

Hubo un largo silencio. Luego  una mujer reflexionó:

¿Crees que si fueran los hijos de campesinos pobre y míseros como nuestros vecinos en estas cordilleras les podrían dar eso que tu piensas como “educación formal” que yo llamo “educación burguesa”? Se pueden romperlos sistemas culturales, si se continua a repetirlos interminablemente? Por el hecho que muchos de nosotros fuimos burgueses, ¿tenemos la obligación de entregarles los valores que hemos considerado insuficientes y falsos? Si ellos, más tarde aspiran a ser burgueses, deben conquistar con su esfuerzo ese “status” no porque yo como madre se lo inculqué.

La vehemencia con que fue dicho aquello, me hizo preguntarme interiormente, si ellos estaban más ideologizados, de lo que supinía y si todos pensarían como ella. Así que decidí intervenir:

Hay muchas sectas en el mundo. Comunidades cerradas que por razones parecidas, por más diferentes que parezcan, se convierten en tiranías que obligan a sus hijos a seguir el camino que ellos escogieron como único posible.

Anselmo tomó la palabra. El problema es difícil.. Semejante al de las creencias religiosas, por ejemplo. Yo creo que lo importante es que cada uno, sea joven o viejo tenga la posibilidad de elegir. Nosostros  vivimos” y queremos  “dejar vivir” La posibilidad que pienso es posible es que los niños vean lo que les gusta vivir. Si nosotros les insistimos desde que tienen uso de razón que lo que vivimos es lo perfecto, les condicionaremos sutilmente para que elijan lo que nosotros hemos escogido. Si les obligamos a vivir sin salir de aquí, es lo mismo.. Por eso imitaremos a nuestros vecinos. Cuando podamos les enviaremos para que sigan esa “educación formal” a la que dais tanta importancia. Prohibírsela nos parece inútil. Lo importante es permitirles que disfruten  ser libres y mientras tanto enseñarles lo elemental para que cuando sea posible o conveniente se incorporen a la educación  formal. No veo otro camino. Quizá con la experiencia lo encontremos


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Cuando les ibamos a visitar nos acogían alegremente y compartían con nosotros, dentro de su pobreza, con cuanto tenían. Preferían que nos instalásemos en algún lugar que quisiéramos ocupar  en forma independiente. Este proceder no significaba ningún tipo de segregación sino nuestra independencia y la suya. Tampoco facilitaban ni rechazaban las visitas, aunque, en ocasiones se diesen cuenta que se realizaban para criticar su género de vida.Tampoco decidieron hacer una vivienda para acoger a las visitas. Tampoco prohibían que se instalasen en alguna de sus viviendas si los habitantes de las mismas les invitaban por amistad, parentesco. Opinaban que si alguien se integraba a la vida de una familia, debía ayudarles en sus actividades para no ser una sobrecarga si  iban para conocerles lo harían mejor viviendo como ellos.

A la comunidad era imposible llegar en vehículo alguno. Estos debían  abandonarse muchos kilómetros antes, pues lo agreste del lugar y la falta de camino obligaban a ello.


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Cuando, en ocasiones, alguien manifestaba que deseaba quedarse a vivir con ellos por un tiempo o de manera más definitiva, no ponían obstáculo alguno. Tampoco investigaban sobre su vida pasada o sus razones profundas. Creían que la misma dura experiencia declararía todo .Si no tiene salud suficiente, se verá rápidamente. Si es un romántico, en pocos días se desilusionará..

Además se necesitaba que todos los miembros del grupo aceptasen, por unanimidad absoluta. a la nueva persona.

Además, después de un periodo de aprendizaje a desenvolverse en su nuevo ambiente y aprender a ser autosuficiente, periodo variable para cada uno según su empeño, habilidad e interés, existía la prueba de la “iniciación” Ni ella ni el periodo anterior tenían relación con el tradicional noviciado, sino que estaba inspirado en las tradiciones indígenas. Se suponía que aprendidas las habilidades necesarias para la integración en el clan, ello se debía demostrar al grupo. Insistían mucho que tampoco era una relación de triunfo, sino se conseguía la demostración eso implicaba solamente que había que seguir aprendiendo.

Ellos,- me decían -, pueden abandonar la experiencia cuando lo deseen, Reemprenderla más tarde, dejarla definitivamente. Continuarán siendo nuestros amigos  porque el problema no es nuestro, sino suyo.


Para incorporarse la clan no exigían que trajesen un equipo determinado, ni tampoco se les despojaba de nada de lo que traían, como suele ocurrir en las comunidades tradicionales. Ocurría que algunos que se veían “ricos” frente a otros miembros de la comunidad, preguntasen::

¿Qué hacemos con todo esto que tenemos de más? ¿ Lo regalamos?

Sabiamente les solían contestar:

Guardalo en alguna parte. Cuando estés seguro que no lo necesites, haz con ello lo que quieras.

Procederes como el anterior demostraba el realismo  del grupo.  Ciertamente su lema era que cada miembro  debía crear lo que necesitase con sus propias manos. Su propia experiencia les decía que para lograr aquello se necesitaba tiempo, paciencia y ayuda. Además implicaba comenzar por lo físico para alcanzar todos los estratos del ser.

Ayuda implicaba, ante todo señalar el camino a seguir, sin anticiparse a la necesidad o suplir las carencias. El interesado tenía que  sugerir sus propias posibilidades de solución, no hacerlo implicaba una dependencia excesiva.

En un lugar donde no existía “división del trabajo” por sexo había mucho que aprender: cocinar, buscar combustible, construirse o buscar un abrigo, hilar, tejer, cultivar, cuidar los animales…El romanticismo, si había existido se desmoronaba al poco tiempo. Por eso el comentario que escuché muchas veces:

No te puedes imaginar, cuán rápidamente se desarrolla un ser humano que no es protegido, cuando se enfrenta con la realidad en forma constructiva. La protección nos convierte, en todos los aspectos, en criaturas débiles, tímidas, dependientes. El problema de los recién llegados (incluso de muchos de nosotros) es que resulta muy duro liberarnos de la protección social, cultural parental… Nosotros la hemos “internalizado” desde la infancia. Se nos enseña que nuestra vida es protegernos de todo lo natural, el mundo que nos rodea se nos enseña que es peligroso y dañino. El resultado práctico es que se nos arrancan nuestras capacidades naturales de reacción y quedamos inermes, paradojalmente, por exceso de protección Así se consiguen, estadísticamente, seres más longevos siempre temerosos de carecer de los medios externos de protección. Nosotros nos hemos convertido, junto a lo que nos rodea en seres “artificiales” .Nuestro esfuerzo es incorporar en nosotros lo natural, buscar el recuerdo genético que tenemos en nosotros mismos y gozar de ello Es algo costoso por los siglos de “amaestramiento” que llevamos sobre nosotros

En esas ocasiones de reflexión, con frecuencia, yo me dejaba llevar de mi espíritu irónico y les decía cosas como esta:

Entonces cuando os enfermáis, dejáis que la enfermedad siga su curso natural porque vuestro cuerpo recordará la forma de contenerla..

No solían indignarse.

No se trata de eso. Tampoco volver a un infantilismo supersticioso. Ante todo creemos en la medicina preventiva. Mantener un equilibrio corporal.. Desarrollar al máximo nuestras capacidades físicas y mentales. Una conciencia siempre desierta y alerta disminuye los riesgos de accidente. además existen muchas medicinas naturales, vegetales y minerales.. Es importante tener una capacidad de diagnóstico y auto-diagnóstico. No hay que rechazar por principio ningún auxilio médico según se necesite. Por tanto cuando se sabe que la medicina moderna  tiene posibilidades eficaces haremos lo posible para obtenerla. No olvides que carecemos de medios económicos y en ese aspecto no estamos mejor que cualquiera de nuestros vecinos. Supón el caso de una apendicitis, no dudaremos, como podamos, de llevar al enfermo al hospital más próximo.


En lo anterior, como en otras muchas reacciones me ha sorprendido  profundamente el realismo de esta gentes frente a grupos semejantes siempre entrampados en un ideologismo previo. Son flexibles en adaptarse a las circunstancias cambiantes, porque no temen traicionarse a si mismos.. Carecen de prejuicios, porque no tienen miedo. Además los problemas privados y públicos los ventilan en común en forma transparente y sencilla. Más adelante contaré algunos ejemplos..

He aludido a las reuniones diarias de fin de la jornada a las que denominan Consejo. Suelen tener siempre lugar en un espacio que este central, de fácil acceso para todos. Se hace alrededor de una hoguera. En verano par espantar los molestos insectos nocturnos y en invierno como luz y calor. En caso de lluvia se busca alguna vivienda protegida.

A esta reunión asisten todos, aun los niños, porque no es una reunión formal de “gente seria”. Eso no se da entre ellos nunca. Allí se puede, como en las familias en que hay confianza, presentar todo. Desde una  disputa, hasta un bordado que se cree hermoso y se desea exhibir. Hay veces que, sobre un problema, hay que votar. Todos tienen voto y las decisiones se toman por unanimidad. Si esta no se obtiene, se posterga indefinidamente la ejecución hasta que se logra..

He comentado con algunos de ellos que este método les puede resultar muy fastidioso. Admiten que lo es en ciertas ocasiones, pero que los beneficios que se obtienen de este proceder son tan buenos que prefieren mantenerlo.

Estas reuniones no son dirigidas, por tanto no necesitan quien las dirija o presida. Sin embargo, cuando la situación lo merece por su importancia o para llegar a acuerdos inmediatos, ellos mismos eligen a alguien que dirija y vaya otorgando la palabra o bien para que exponga el asunto con claridad. Ese procedimiento me han contado se ha seguido en ocasiones que el grupo necesitaba tener un representante o alguien que dirigiese el esfuerzo común.

Esto –me dijeron – lo hemos tomado de la sabiduría ancestral de nuestros pueblos originarios. Ellos elegían jefes temporales para la caza y la guerra. Terminado el momento, pasaban a ser miembros comunes del clan. Concedemos que hay momentos en todo grupo humano en que alguien debe dirigir los esfuerzos colectivos..

En estas reuniones he experimentado una gran sensación de tranquilidad. Se puede discutir en grupos o en común.Existen discusiones vivas y, aparentemente, violentas, porque estas personas tiene caracteres muy definidos. Sin embargo evitan siempre herirse por la desvalorización o el insulto del otro.

Asistiendo a estas reuniones alguien ajeno al grupo capta fácilmente cuales son los problemas más recurrentes en el grupo. Intercambio de alimentos y servicios sobre todo. No todos son igualmente aptos para producir, recolectar alimentos. Otros no son tan fuertes y hábiles para recolectar y transportar combustible. Lo mismo  ocurre con la fabricación de herramientas (las pocas que usan). El tejido, la construcción de cabañas o pircas…En las reuniones se convenios diarios de complementación mutua. A veces, se necesita mediar porque alguien se siente agraviado en estos intercambios, no  faltando el “aprovechador” que se quiere, en ellos, quedar con la “parte del león”. Todo ello demuestra que son gentes normales con vicios y virtudes comunes, pero abiertos a la mediación.

Anselmo me ha repetido:

U/n grupo de personas tan heterogéneo como somos nosotros, solamente puede funcionar  si nos aceptamos tal cual somos.  Gente que  nos aceptamos tal cual somos y que conscientemente nos queremos ayudar. De ordinario las comunidades en que yo participé antes estaban profundamente ideologizados. Eso significa que sus componentes debían ajustarse aun patrón humano preconcebido, ideal y  al que estaban obligados a plegarse. El resultado era que solían ser un conjunto de “hipócritas” convencidos, es decir actores teatrales. Terminaban por vivir una neurosis colectiva. Preferimos, por tanto, discrepar, sabiendo que en ello está nuestra riqueza y debilidad. La regla tácita y no impuesta es que  nada es muy importante. Cierto que esto escandaliza a gentes que lo escuchan, pero funciona en nuestra comunidad. A nosotros nos escandaliza más el fanatismo, violencia y totalitarismo en que indefectiblemente caen muchos intentos comunitarios.


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En una de aquellas reuniones colectivas se me ocurrió tratarles de poner a prueba con esta pregunta. 

Lo que más me sorprende entre ustedes, como en una cultura como la nuestra en que todo gira alrededor del consumo y el dinero, ustedes alardeen de romper con estos mitos. Este proceder me parece por un lado precario, anacrónico o romántico. Son una isla en el mundo que les rodea y que pronto o tarde les hará sucumbir.

Hasta esos momentos, la reunión estaba bastante disgregada, pero mi interrogación hecha a dos o tres personas polarizó inmediatamente a toda la concurrencia sin excepción. Enseguida creí haber tocado un punto sensible.

Hubo un cierto silencio. Luego:

Cuando no se “necesita” – habló un joven, casi aun niño – lo que tu dices ya no es importante. Además no alardeamos sino que cada uno lo vive a su manera..

Me parece que me respondes con una “frase hecha”. A tu edad no debes haber disfrutado mucho de la sociedad de consumo. Yo os conozco bien. Sé que usáis cosas que no fabricas. ¿Cómo las consiguen? ¿También por trueque?

Son muy pocas – dijo una mujer -.Las trocamos por algo de lo que nosotros producimos.

Bien –dije yo -. Entonces os priváis de algo para obtener consumo o debeis producir excedentes para obtenerlo. 

En ese momento intervino Luís, el fundador con Anselmo de aquel género de vida. Era alguien siempre silencioso y que pasaba desapercibido en el grupo.

Quiero contarte nuestras decisiones  partiendo desde el principio y es posible que ello te ayude a comprender el asunto.

Cuando con Anselmo discutíamos incesantes  sobre el proyecto  de crear una comunidad de personas que como nosotros aspirasen a una vida natural  que se asemejase algo a la de los orígenes, todo ello nos resultaba como una lejana utopía lejana e inaccesible.. La causa de ello radicaba en la mentalidad monetarista que teníamos. Se piensa que no teniendo un cierto capital, no se puede iniciar nada. Curiosamente queri+amos empezar una experiencia de pobreza y tropezábamos con que carecíamos de un lugar lugar a donde irnos. La alimentación para el primer tiempo, hasta que lográsemos un cierto autoconsumo. El adecuamiento de un reparo, aunque fuese una choza... Así pasaba l tiempo en diversos proyectos nunca llevados a la práctica.

Un día, cansado de aquellos vanos proyectos, espontáneamente, le dije a Anselmo:

¿Vamos a empezar en algún momento o no?

Indudablemente que empezaremos – respondió cautelosamente, como siempre – pero tenemos que esperar el momento adecuado dado el dinero que intentamos reunir…

Anselmo, escuchame con calma, -yo estaba casi enojado - . Tal como estamos procediendo no iremos nunca a alguna parte. Tu, con tus ideas, esperas que esa oportunidad nos caiga del cielo. Hay que dar el primer paso. Tu dices que eres un loco y que haces continuamente locuras. Yo te propongo una definitiva para nosotros dos. Hasta ahora he sido el más conservador de los dos. He decidido empezar con lo que tengo. Si fracaso y me desanimo, lo único que significará es que todas  estas ideas que tenemos son novelería. Entonces el fracaso,  ayudará a conocerme

¿Qué es lo que te propones y me propones?

Voy a vender cuanto tengo ¿No te suena esto un tanto evangélico a ti el cristiano? Con el dinero que obtenga compraré unas cabras, un buen cuchillo, un hacha y un azadón. Si alcanza, un burrito. Llevaré algo de la  ropa que haya conservado. Partiré hacía la cordillera hasta que encuentre un lugar adecuado para quedarme. Allí buscaré alguna caverna o mina abandonada donde arrancharme.

En nuestro país –respondió Anselmo  triunfante -  todo  lugar tiene un dueño aunque aparezca abandonado.

De acuerdo. Pueden suceder dos cosas que me permitan quedarme o que me expulsen. Si ocurre lo segundo, seguiré buscando. Estoy seguro que me  dejarán quedar en alguna parte. Si puedo sembraré algo. Pastorearé las cabras , ellas pueden subsistir en lugares muy abruptos.

Y…?si te falta alimento o te enfermas?

Cuando ocurra veré.  Iré al hospital, trabajaré como peón. ¿No te das cuenta que todo  esto son prejuicios y temores burgueses? 

El asunto es si tu vienes o te  quedas.

Después de esta conversación, me quedé tranquilo. Anselmo también. Todo fue menos penoso de lo que habíamos supuesto. Los dos éramos jóvenes y fuertes. En esa ocasión comprobé lo fuerte que son los prejuicios que nos interiorizan nuestras familias burguesas. El no tener dinero y no poder “comprar” es algo terrorífico, más allá de la necesidad que uno sienta. Es como un proceso mágico. La persona da una moneda y el que vende, irremediablemente, le entregará una mercaría. La renuncia a ese mínimo poder resulta insufrible.


Efectivamente, en ocasiones tuvimos que mendigar entre campesinos que eran poco menos pobres que nosotros.

A veces, nos preguntaban:

¿Por qué no trabajan?

Trabajamos allá arriba, hemos llegado hace poco y aun no producimos lo necesario.

¡Allá arriba! ¿Qué pueden producir allá arriba? ¿No son guerrilleros? Ustedes parecen gentes con educación.. Ni siquiera nosotros que somos nacidos y criados aquí podríamos vivir allá arriba..

La respuesta era más fácil para Anselmo el religioso:

No somos políticos, ni nos gusta la violencia. El evangelio de Jesús dice “bienaventurados los pobres”.  Nosostros queremos aprender de ustedes, de su vida…

Yo me daba cuenta que aquellas gentes sencillas no entendían nada de la predicación de Anselmo, pero como si conocían a los “evangélicos” que venían  cada cierto tiempo a predicar por el lugar, pensaron fácilmente que éramos unos de ellos, algo más excéntricos nada más. Esto nos facilitó mucho la vida. Ya no desconfiaban de nosotros. Nos recibían bien y nos ayudaban en lo que podían:

Cuando necesiten algo vengan. Siempre habrá un platito de comida para ustedes.


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En cuanto al dueño del terreno que estabamos ocupando lo conocimos solamente años más tarde. Donde estabamos eran tierras abandonadas de cordillera, con escasa leña y desocupadas. Como había dicho Anselmo, tenían dueño. Este apareció cuando llevábamos más de dos años en sus tierras. Llegó de improviso acompañado de Carabineros. Muy airado, sin saludar, nos empezó a tratar de usurpadores y ladrones. Callamos hasta que se cansó de vociferar. Falto de oposición se fue calmando. Entonces humildemente le dijimos que nos iríamos enseguida y si deseaba algún pago se lo podiamos hacer trabajando haciendo leña o carbón para él. Cuando escuchó algo sobre beneficio puso más atención. Su cambio fue tan cómico, que, a sus espaldas, los Carabineros se reían. Desconfiado, preguntó que cuanta leña y carbón  bajabamos mensualmente al pueblo.

Nosotros no sacamos otra leña que unas matas para cocinar. Carbón nunca hemos hecho. Jamás hemos volteado un árbol. Pregunte a los vecinos o en el pueblo si hemos vendido algo nunca.

Lo averiguaré muy pronto y si me mienten vengo y les correteo a balazos.   Si es verdad lo que dicen les podría dejar aquí, así me pagarían un arriendo con carbón o unos chivatos.

Parecía que el asunto iba bien cuando le bajó la desconfianza al hombre

¿Ustedes de qué viven? De piedras, digo yo, no se vive.

Necesitamos poco. Leche de los chivitos, unas siembritas de verduras al borde del estero, unas gallinitas…

Y..lo otro. Azúcar, hierba, harina, tantas otras cosas…

Nos lo pasamos sin ello.

Nos miró compasivamente, luego en un brusco cambio ¿No serán guerrilleros de esos que andan disfrazados?

Nos echamos a reír y también los Carabineros, tan poco aspecto de guerrilleros debíamos tener. El cabo, hasta entonces silencioso intervino: 

Déjelo estar, Don Juan. Son gentes inofensivas. Nosostros hace tiempo que les tenemos en cuenta. Son “evangélicos” o algo parecido. No comercian, ni molestan a nadie. Dejarlos o echarlos son cosa de usted ya que estas son tierras de su propiedad. Ya ha escuchado que ellos se van si usted lo dispone.

¿Son “evangélicos”, - dijo dudoso  dirigiéndose a nosotros -.

Era difícil  explicarle nuestras diferencias, así que asentimos. Diciéndole que , efectivamente como aconsejaba el Evangelio.

¡Lo podían haber dicho antes! Yo también soy creyente, aunque no voy a las reuniones de la iglesia. Comprenderán que yo tengo que defender mi propiedad. Unas tierras por las que uno tanto se sacrifica. Quédense tranquilos, ya volveré y hablaremos con más calma.

Ni siquiera se habían bajado de sus caballos. Le bastó con asegurarse que no ambicionábamos aquel yermo. No ha vuelto. Eso ocurrió hace seis años. Los Carabineros vienen de vez en cuando en sus rondas. Nos preguntan si hemos visto a alguien desacostumbrado. Si nos vigilan lo hacen discretamente. El propietario no le interesa el lugar si no es por temor a que se descubra alguna mina. En este mismo lugar ya habrás visto que hubo una antiquísima explotación no sabemos si de cobre u otro mineral. Trabajaron en forma artesanal y solamente parece que fue un cateo. Probablemente el mineral era muy pobre y no merecía el esfuerzo..

A otros grupos que nos han imitado no les ha ido tan bien. Tuvieron que abandonar varios lugares hasta que encontraron uno en que les dejaron estar. A veces, les piden algún género de arriendo o un contrato escrito.


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Le dije a Luis que la solución para encontrar un lugar donde vivir sin que fuera  propio, me parecía muy ingenioso, por lo menos para nuestro país. Pero que no era una contestación a mi pregunta origina de cómo adquirían sin dinero necesidades que normalmente se compran.

Cierto, tenemos cosas que no sabemos fabricar aun.. Puede ser que siempre habrá algunas que tengamos que adquirir. Por ejemplo un hacha de acero. No sabemos ni fabricar, menos usar las hachas de piedra, como algunas que hemos encontrado. Menos aun la radio a pilas que es nuestro vínculo para conocer lo que ocurre en nuestro país y en el mundo.. Esas cosas ni las cambiamos, ni las compramos. Las obtenemos por medio de  trabajos extra. Si nos las regalan amigos benévolos, las aceptamos. Nunca sacrificamos producción para obtenerlas. 

¿Os negareis siempre a utilizar dinero?

Siempre, me parece una palabra muy solemne. Un ideólogo respondería siempre. Nosotros somos más modestos. Decimos mientras podamos. Solamente podemos opinar sobre el presente día a día. Además podemos cambiar de opinión sobre las cosas que ahora juzgamos  necesarias.

¿Cuales son las cosas que juzgáis, ahora, necesarias?

Poca cosa. Algunos medicamentos, desinfectantes, vendas…Aun no nos arriesgamos a carecer de ellos. Conocemos ya bastantes medicinas naturales, pero existen infecciones rebeldes y no queremos caer en riesgos por motivación ideológica. No tenemos suficiente experiencia. Estamos demasiado lejos del pueblo más cercano.

En este punto de mi conversación con Luis, interrumpió una jovencita festivamente: 

No te puedes imaginar  las cosas que nos traen de regalo los amigos que nos visitan o bien cuando bajamos al pueblo.

Esta interrupción no sorprendió a nadie, pues era su costumbre de respetar a los más jóvenes y escucharles siempre. Sabiéndolo, acepté de buen grado la desviación de mi investigación..

Da risa – prosiguió la chiquilla – como nos compadecen. :Señorita, dicen, disculpe mirando furtivamente mis pies descalzos, Estos zapatitos viejos le podrían servir ¿No pasa frío? Ya me conozco la canción de memoria. Tampoco me creen si les digo que no paso frío y que me gusta caminar descalza, que nunca he usado zapatos y que no los necesito. Tampoco yo comprendo como ellos se pueden sentir cómodos con sus enormes zapatos hechos pedazos y perpetuamente mojados en invierno.

Realmente, - dije yo - ¿verdaderamente no los necesitas? ¿ lo que dices es porque te enseñaron a decirlo? ¿nunca has pensado en un rinconcito de tu cabeza cuando pisas una piedra aguda o una espina  si tuviera  unos buenos zapatos no me ocurriría esto? ¿Si yo te regalara un par, te prohibirían usarlos? 

¡Qué loco eres!. Tu no entiendes nada. Nos conoces muy mal. Si me regalases esos zapatos y yo quisiera ponérmelos, nadie me lo prohibiría. 

Entonces otra niña casi de la misma edad, dijo

A mi si me gustaría tener zapatos, Aunque solo sea para probar.

Yo te traeré unos –dijo Luis -.

Luego querrá otras cosas inútiles y que no podemos adquirir – intervino con acritud un joven que me dijeron era su padre -.

Ella, si lo desea, tiene que probar.  ¿Por qué te anticipas tú a juzgar? Nadie es feliz si no puede elegir por si misma su camino.

Pero yo no me quiero ir – sollozó – la niña. 

No te preocupes ni te afijas – dijo Luis bondadosamente – es normal que desees experimentar cosas. Nadie puede elegir si no conoce otra cosa.. Muchos de los jóvenes que estáis aquí también tendrán que ir con amigos de allá abajo y llevar  lindas ropas, zapatos, ir a un colegio…!qué se yo!  No es obligatorio que sigan el camino de vuestros padres, si es que no os gusta. Ellos no necesitamos porque hemos elegido lo que más nos gusta. Aquí nadie, debe ir descalzo o prescindir de algo por sacrificio, si no porque le gusta o se siente así más libre.

Lo que quieren es que yo me vaya –sollozó la niña y levantándose se alejó llorosa -..

Bueno – dijo luis dirigiéndose a mí – como puedes ver  aquí hay problemas de comprensión como en cualquier parte. Son problemas naturales. Su mamá tratará de explicarle mejor que yo su problema.. Son etapas que nuestros hijos irán recorriendo.

¿No os molestará que esos, que ahora son niños elijan más tarde un camino diferente al vuestro? 

Desde luego que sí. Pero ya pasó el instante cultural en que los hijos seguían siempre el camino de sus padres. Tenemos que dirigirles para que sean  seres tan libres como elijan y puedan, aquí o fuera de aquí. Por eso evitamos tener reglas.

Creo que con aquellas reflexiones terminó aquella velada que me proporcionó muchos elementos de comprensión acerca de lo que ellos trataban de realizar en una búsqueda flexible y realista de una forma de vivir diferente.


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Para sus vecinos y muchos de quienes les visitaban la comunidad de los  “evangélicos”  bucólica y romántica. No porque ellos tratasen de ocultar sus problemas de convivencia como suele suceder en las reuniones de este tipo. Ellos reconocían sus pequeñeces, sus divergencías y trataban de solucionarlas de una manera ecuánime. No siempre lo conseguían y no lo ocultaban.

Anselmo explicaba a su manera, que la vida dura y difícil que llevaban era el precio que se pagaba por un poco más de libertad. Según él, esa era la forma de enfrentar en forma positiva lo dificil. Si alguien lo consideraba un sacrificio, un castigo o una penitencia, sería mucho mejor que se fuese de allí. Eso es lo que ocurría con alguna frecuencia. A Anselmo le gustaba bromear sobre el mismo tema:

A muchos les parece como una sutileza filosófica que sea diferente  el “no matar” del “hacer vivir”.. Como tampoco “  no hacer al otro lo que no quisieras que hicieran contigo”  que “el hacer al otro lo que quisieras que hicieran contigo”. En el segundo de los casos uno se siente obligado a una continua  creatividad. El primero implica solamente la inacción. La VIDA es creación continua.

Estoy de acuerdo con vosostros – objetaba yo – pero usáis continuamente frases como esta:  no necesitar, no- manipular… y otras muchas que ahora no recuerdo

Si deseas sutilezas te diré que se debe a que son palabras, en sí negativas y que una negación las anula. Si prefieres, se trata de una pobreza de nuestro lenguaje. Realmente no-necesitar es sentirse libre frente  a sujeciones, casi siempre, de origen cultural. No-manipular es respetar la libertad de los otros , dejar que los acontecimientos sigan su curso y adaptarse a ellos sin ideas preconcebidas.

Tendré que meditar en todo ello.

Si, dijo Luis, - meditar y sobre todo  practicar.


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En ocasiones pienso que  mis amigos son una comunidad de artistas buscando siempre soluciones bellas a problemas tan sencillos como los de las relaciones personales, la vivienda los utensilios, las herramientas…Soluciones sencillas y hermosas que captan intuitivamente y que ,muchas veces, no las obtienen sino mediante muchos fracasos previos, como todo artista. La diferencia es que no se trata de objetos o relaciones decorativas o superfluas, sino encarnadas  en la vida cotidiana y práctica. Podrá ser una escudilla o tazón de madera para comer, un bastón que ayude a trepar por los cerros, un vestido…Incluso un hermoso adorno corporal, desde un tatuaje a un collar.. Muchas de estas posibles soluciones se discutirán en un Consejo vespertino, muchas de ellas se mostrarán con orgullo en los mismos.

El íntimo y directo contacto con el mundo que les rodea, animales, insectos, plantas y piedras. Los horizontes lejanos o cortados por montañas, las puestas de sol, las lagunas cordilleranas… Todo ello es una fuente de inspiración para aquellos que quieren leer en ellos. El cuerpo humano desnudo, visto sin concupisc encia morbosa es una fuente inagotable de belleza y ritmo.  

Según les iba conociendo más me preguntaba si habían logrado librarse un tanto de la Ilusión y de sus falsas apariencias..No era sí y ellos me lo repetían con frecuencia. Luis era el más intelectual y sabía enfrentar las cosas fríamente:

Nuestra concepción de la vida da hermosas satisfacciones, pero como a todo aquellos que buscan y se aventuran existen igualmente “hermosos descalabros”. Lo importante es saber analizarlos y rechazarlos a tiempo. Si esto  no sucediera así me daría miedo.

ME ADMIRA, Luís lo que me dices. Eres muy valiente Lo que no comprendo es que estés contento de lo que denominas errores.

Si, me alegran, porque nos colocan en nuestro verdadero lugar y nos enseñan a ser humildes. No existe luz sin sombras., no hay bien sin mal. Esa es la realidad humana. Mientras seamos capaces de darnos cuenta de una equivocación y la corrijamos, no existe peligro. Cuando los errores se ocultan  primero frente a los otros, después lo haremos  para nosotros mismos. Eso produce las aberraciones y mentiras que tu ya conoces en otros experimentos como el nuestro. Cuando descubrimos que somos perezosos, fanáticos, de mente  pequeña, sádicos o masoquistas… ya porque lo descubramos por nosotros mismos o porque otros nos lo digan todo irá marchando. Cuando tratemos de justificar todas esas cosas y otras más ocurrirá como cuando se trata de negar una enfermedad física.

Cierto –decía yo – pero no podéis pensar que todos aquellos que os visitan aprueben lo que vivís Yo que estoy entre ellos y les escucho te puedo decir que la mayoría no lo hace y muchísmos se escandalizan . Se van meneando la cabeza y diciendo 

¡En un tiempo más!..

No pueden aceptar el que no sigas ninguna regla de vestido, de alimentación. Que aceptéis a las personas sin investigar su pasado, sin preocuparos si son casados o parejas, religiosos o no, católicos, protestantes ateos. En fin, todo aquello que se tiene tan en cuenta  en comunidades antiguas y nuevas. Es decir, que intentéis prescindir de  prejuicios culturales. Piensan que sois un nuevo tipo de anarquistas o bien, anarquistas  utópicos que terminarán en un desastre  sin límites os piensan inmorales.

No somos tan ignorantes de estos comentarios como podrías pensar. Los analizamos cuidadosamente. Tratamos de ver aquello en que pueden tener razón y, además, nos ayudan para ser cuidadosos porque nos señalan los escollos en que tropezamos o podemos tropezar. Eso no quiere decir que los aceptemos para abandonar nuestra búsqueda.


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Un suceso ocurrido  no hace mucho me hizo comprender como las personas que vivían en aquella montaña y trataban  de encontrar formas de convivencia  más humanas podían enfrentar un suceso tan traumático. He tratado de reconstruir lo más fidedignamente posible como se dieron los hechos.

Gloria, esposa de Bruno era una mujer de unos veinticinco años. Ellos eran de los primeros en haberse unido a Anselmo y Luís. Aquel mes le había tocado a ella pastorear los chivos comunes. Se encontraba como a dos horas de distancia de las viviendas. Muy tranquila sentada en una roca hilaba lana, mientras los vigilaba. Repentinamente, dice ella, sintió una presencia, pero incorporándose no vió a nadie. Un hombre de barba crecida, sucio y repulsivo surgió de repente entre las rocas. Brutalmente la exigió que le diese comida. Ella le entregó sin resistencia la que había llevado para el día. El hombre se sentó  en una piedra y comió con avidez sin mirarla, ni hablar. Ella se fue alejando como siguiendo al ganado. Sabiéndose  vigilada por el hombre..

Yo percibía que era una persona cargada de odio y malevolencia. No tenía mucho miedo. Soy muy fuerte. Si él no tenía un arma de fuego, no me dominaría.

Efectivamente Gloria es una mujer atlética y enseñaba artes marciales en la comunidad, no para defenderse sino como ejercicio gimnástico.

Vi, cuando terminó de comer que se dirigía hacía mí y me gritó que se iba a llevar un chivo Tenía unos compañeros esperando más abajo que tenían mucha hambre.

Bien, le dije, porque no quería motivar su violencia. Entonces el me dijo:

Pero antes me vas a dar un gusto en lo que tu ya sabes.

Váyase, llévese el chivo, le dije con firmeza. El hombre me miraba como el gato al ratón. Me crucé de brazos y esperé su arremetida. Quizá el comprendió que no le iba a ir bien. Tomó un chivo cualquiera, se lo tercio  al hombro y se fue gritándome obscenidades y amenazas. Reuní los chivos y emprendí el camino de bajada. Si tenía compañeros el asunto era más peligroso. Ya estaba cerca del campamento y salía por una cañadita cuando un hombre enorme me cortó el paso. Quise retroceder, pero otros dos estaban detrás de mi. Me encontraba en una ratonera. El hombre que  me había quitado el chivo les gritaba jactándose de haberme violado. Esto les hizo perder la cabeza  y arrojándose sobre mí me violaron furiosamente más con rabia que con ganas…

Los que me relataron el asunto me dijeron que ella misma  con una serenidad abismante, cuando llegó en la noche herida y desnuda lo había contado. 

Llegó  cuando estabamos en el Consejo. Al principio no nos dimos cuenta en el estado en que llegaba. . Se sentó en la penumbra. Empezó:

Me han robado un chivo. Lo siento No pude hacer nada. Me violaron cerca de aquí tres hombres y estoy bastante machucada. Pasado mañana estaré bien y volveré  con los chivos. El hijo será de ellos, si lo hay, porque con Bruno hace tiempo que no tenemos relaciones. Los que mañana cuiden los chivos deberán tener cuidado..

Todos quedamos parlogizados y nos precipitamos hacía ella. Estaba mal Mientras algunos  la cuidaban, otros discutimos medias de seguridad y lo que se debería hacer. Se montaron guardas .Bien temprano llegaron los carabineros antes que  nosotros fuéramos a buscarles. Les contamos lo ocurrido. Si,  venían siguiendo un grupo de cuatreros. Dos días después los traían presos.

Este hecho nos dio publicidad y muchas críticas. Se nos acusó de todo, sobre todo de exponer a nuestras mujeres a los peligros de la cordillera.

Gloria se repuso. Volvió a cuidar los chivos cuando le tocaba por decisión propia.. Le pregunté en una ocasión:

¿No tienes miedo? ¿No quedaste traumatizada?

No sé. A veces tengo miedo, pero no algo que no pueda superar. Tomo más precauciones. Son accidentes que ocurren.. Cuando quise esta vida, sabía muy bien que nosotros ya no somos gentes “lindas” que sueñan siempre estar protegidas.

¿ Y…Bruno?

Para él ha sido muy duro. No me quería tocar, hasta que un día le encaré y le dije:? Nunca jamás has ido con una prostituta.? ¡Pues mírame como tal. Se echó a llorar y todo recomenzó mejor que antes.


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Anselmo, el otro fundador de la comunidad rara vez se encuentra en ellla. Nunca puede permanecer en un mismo lugar mucho tiempo y por ello es quien se ocupa de los nuevos “enjambres”. En efecto el lugar, es demasiado pobre para que la comunidad crezca mucho. Además se acepta y le aceptan su condición de vagabundo. Esto  les sirve para que sea el nexo y el instructor de los nuevos grupos que se han ido formando.. Dicen que es la “conciencia viva” del movimiento. Incapaz de concebir los grupos como copia unos de los otros. Eso para ellos, es muy importante.  Dicen que así  como cada persona debe tener y defender lo que  es ella misma, de la misma manera cada grupo, de común acuerdo, de definir su propia personalidad. Aprender uno de otros es muy util. Imitarse unos a otros es fatal.


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Antes de terminar esta especie de reportaje que he hecho acerca de mis amigos con la visión general que a través de los años he conseguido hacerme deseo referirme un poco a sus formas de vida material. Estas son bastante diversas porque según se han ido desarrollando y formando pequeñas comunidades  se han centrado en formas de vida naturales diversas. Se comprenderá que la vida del primer grupo que es casi pastor nómada  es bien diferente de los pescadores o horticultores.  Sin buscarlo muy deliberadamente, pero yo creo que con un dejo de romanticismo sano, viven como los habitantes originales, (mejor dicho para ser más exactos) a semejanza  de los habitantes originales del lugar que escogieron.  Dejarían  de ser realistas si tratasen de vivir en el siglo XXI como ellos y, en la mayoría de los casos, sería una costosa imitación en todos los aspectos.


Según las comunidades sus casas, son diversas, refugios les suelen llamar ellos, pues les gusta vivir ante todo en la naturaleza, tanto como les es posible. Las viviendas, dicen ellos generalmente, son para defenderse del calor o frito no para vivir “enjaulados en ellas. Son un reparo, pero los seres humanos modernos nos hemos acostumbrado  a vivir  encerrados.

Así, según su entorno está constituidas de piedras, troncos, paja… sin desdeñar una gruta abrigada. Sin embargo a pesar de su rudeza no son lugares lúgubres o descuidados. Ellos ama hacerlos hermosos y demostrar que se puede crear arte con los materiales más sencillos. Con criterios naturales demuestran que pueden ser frescas en verano y abrigada en invierno.

Los trabajos domésticos no se  realizan por un rol, sino por la oportunidad y mayor utilidad. Hay trabajos comunes que se designan de común acuerdo, lo mismo que se discuten los familiares. 

Tan pronto como pueden hacerlo, sus alimentos son producidos por ellos mismos. El criterio es que la alimentación es parte de la salud de cada persona. Además debe ser agradable. Para ello se intercambian recetas y se convidan ocasionalmente frente al descubrimiento de una preparación afortunada.

Lo mismo que  no existen roles por género dentro de la familia, se esfuerzan por que estos sean mínimos en sus actividades productivas. Así las mujeres pescarán, cortarán leña, construirán y los varones tejerán, coserán, prepararán alimentos o lavarán. Todo ello por mutuo acuerdo y sin  otra obligación que un equilibrado modo de vivir..

El vestido lo tejen, si pueden y tiene la habilidad. Obtiene, sino telas o ropas usadas que les regalan. No es para ellos algo muy importante. Muchos viven un nudismo discreto y parcial mientras el tiempo atmosférico se lo permite. Los que no van descalzos y ello suele ser corriente, confeccionan ellos mismos su calzado de sandalias de cuero, paja u otros materiales. También  se fabrican mocasines. Igualmente sus ajuares de canastos y otros utensilios  caseros suelen ser de madera, paja, cuero…

No se puede decir que sena vegetarianos aunque los haya entre ellos. El ideal es ser omnívoros manteniendo un buen equilibrio. La teoría corriente es la del rechazo a  todo lo estricto. Me han dicho que la privación suele generar el deseo intenso y larvado y que si este no se satisface da lugar  a torcidas tendencias síquicas que aparecen sin que la persona se dé siquiera cuenta. La carne la consumen inmediatamente, cuando la tienen para que no se formen los efectos de la putrefacción. Con sus perversas consecuencias.


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Me he reservado para último lugar  lo que podría llamar la espiritualidad de la comunidad, aunque, supongo, que esta se ha transparentado a través de lo que he ido narrando.


Creo  que Anselmo en sus primeros momentos deseó este género de vida partiendo de lo que el entendía respecto a los “consejos evangélicos “y un rechazo a la opulencia en que se educó. Luis, en cambio ha sido un anarquista más realista que teórico.  Yo creo que ambos han sido  y son románticos prácticos. Es decir personas que soñando para sí con un tipo de cultura y sociedad diferente, tomaron como imagen el clan primitivo a sabiendas de sus enormes limitaciones en el mundo real que vivían. Curiosamente su equilibrio y buen criterio les ha ido permitiendo sortear gran parte de los problemas. Especialmente, porque tuvieron el tino de no convertir sus ideas personales en  IDEOLOGIA SINO VIVIRLAS DÍA A DÍA SIN IMPONERLAS A NINGUNO DE QUIENES SE LES FUERON JUNTANDO. Aceptando todo tipo de correcciones y adaptaciones. En ello ponen el perfeccionamiento humano y no en una colección de ideales, dogmas o normas de vida.

Ponen mucho énfasis en la salud y desarrollo físico mediante una alimentación lo más equilibrada que esté a su alcance, ejercicio físico tanto por el trabajo como por el desarrollo de ejecicios sico-físicos cotidianos: yoga, artes marciales etc.


Se lamentan un poco de  no tener acceso a libros sino en forma muy limitada. Debida a la contribución de amigos. Poseen una radio que va pasando de grupo en grupo con la obligación de  difundir entre los demás todo aquello que les resulte interesante, sean noticias, hechos diversos o modas de todos  tipo. La razón es porque no consideran  sano estar cortados del mundo que les rodea aunque estén apartados de el. Esto se debe a que no se han apartado  por  renuncia o desprecio  sino simplemente para poder ejercer  SU PROPIA LIBERTAD. 


Dan mucha importancia a la meditación, no como sentido religioso, sino como un medio de desarrollar más fuertemente la conciencia, que según ellos es el ejercicio de vivir aquí-ahora en cada momento, es decir, ser plenamente humanos en cada momento y no  máquinas programadas par responder a los estímulos físicos y sociales. Especies de máquinas humanas que se creen tanto más perfectas cuanto responden mejor a los designios de los programadores culturales: religiosos, políticos, sociales o de cualquier otro tipo. Así los seres humanos resultan más manejables en cuanto se conocen de antemano sus reacciones estereotipadas infundidas desde la infancia. Según Anselmo  los seres que viven así son el prototipo del anarquista real y equilibrado que no actúa por motivos ideológicos previos, sino por propia determinación libre y amorosa hacía si mismo y los demás.


Consecuentes con lo anterior en la comunidad nadie se preocupa ni interfiere con las creencias de cada uno de los participantes sea católico, musulmán budista, agnóstico o ateo; pasando por todas las otras denominaciones. Rechazan  todo misionerismo, porque lo juzgan una intromisión en la libertad de los otros. Eso no les hace rechazar que cada uno si lo siente necesario cuente, relate, explique sus propias experiencias religiosas o místicas, porque creen que hay muchas cosas útiles en ellas y que cada uno recogerá según su momento vivencial libre y conscientemente.


Creen que la ética y la moral es un asunto absolutamente personal, siempre que no implique la libertad o el atropello e los otros. Yo, personalmente, no veo este punto muy claro, aunque me parece una nueva visión interesante.


Entre ellos se habla y se discute mucho sobre el amor. Un amor de todo tipo y aspecto. Es un tema que les fascina, porque una vinculación a través de él creen que es el más grande vínculo que puede reunir a los grupos humanos. Confiesan que se puede llegar a una cierta intuición del mismo pero que no solamente no se puede definir pero ni siquiera tener buenas aproximaciones. Creo que este tema es el único concepto filosófico que les apasiona. Anselmo tiene una reflexión que me parece  interesante:

Todo el mundo habla del amor. Hay sectas que dicen fundarse únicamente en el amor. Repiten la palabra como algo mágico…Sin embargo, si no llegamos a atisbar  lo que realmente es el amor es imposible que amemos, porque es algo que para llevarlo a la practica es necesario que  lo desarrollemos en todos los estratos de nuestro ser. Yeshoua se acercó bastante cuando dijo que” ES NO HACER AL OTRO LO QUE NO QUIERAS QUE TE HAGAN Y HACER AL OTRO LO QUE DESEARÍAS QUE HICIEAN POR TI”. Es una idea “madre” de una riqueza práctica infinita y aplicable en cualquier circunstancia. La parte debil es que no siempre lo que uno quisiera para si que le hicieran o no le hicieran responde a lo que quisiera el OTRO.


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He tratado de investigar ente aquellos que han conocido estos grupos de alguna manera las opiniones que tienen sobre ellos

La mayoría se admira porque su forma de vida y su manera de enfocar la cotidianidad es muy diferente de lo común. Dentro de estos grupos existe una gran variedad de puntos de vista:

Aquellos que piensan que sus formas de vida son heterodoxas en muchos aspectos y que terminarán mal.

Otros se irritan y los creen llenos de un espíritu novelesco, romántico, y cercano a la locura. Incluso los tildan de sicópatas.

Están los que piensan que deben ser vigilados por el Gobierno  porque más pronto que tarde caerán en el anarquismo ideológico y fomentarán el político

Otros los relacionan con todas las tendencias seudo-místicasque aparecen cada cierto tiempo

Finalmente está el grupo de de aquellos que estúpidamente piensan que serán una especie de redentores de la humanidad, opinión que las gentes de la comunidad creen es la más dañina de todas. Es considerarles como creadores de una NUEVA SECTA , siendo así que lo único que desean es


VIVIR AQUI-AHORA LO QUE ELLOS CREEN QUE LES REALIZA A-SI-MISMOS.


VIVIR Y DEJAR VIVIR



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MONASTERIOS INSPIRADOS EN LA MILICIA




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