PANDEMIA
LA PANDEMIA
miércoles, 08 de julio de 2020
17:01
SUCEDIÓ
Le miraba a Ella
Me miraba a Mi.
Ya nuestros cuerpos desnudos no significaban atracción sexual alguna.
Todo había cambiado en el espacio de cinco años.
Repentinamente comenzó la epidemia.
En una ciudad china comenzó todo.
Era la creación de un virus "inteligente" creado en un laboratorio.
Se destinaba a una posible guerra bacteriológica.
Fue tan inteligente que encontró el modo de escapar del laboratorio.
Empezó la infección .
No respondía a ningún medicamento que se conociese.
Nadie se daba cuenta que infectaba selectivamente.
Primeramente los ancianos eran los que siempre morían..
En pocos meses se extendió por muchos países.
La OMS organismo mundial de la salud declaró una PANDEMIA.
No se atinaba sino a aislar primero los barrios donde habían más infectados.
Luego las ciudades y más tarde los países.
Confundidos con los virus conocidos se empezó a creer que existiría un peak
Y que luego disminuirían los contagios.
Los más sabios científicos infectólogos, ideaban nuevas estrategias
Para disminuir la extensión de los contagios.
Mientras en hospitales se luchaba con mantener con vida al mayor número de infectados
Que se ahogaban con sus pulmones destruidos.
Nadie sospechaba que era un FINAL no programado.
El mundo se dividió en dos opiniones
Los aterrorizados por el aumento de los contagios y descubrir que existían portadores de la infección
Que no presentaba signo alguno de estar infectados
y aquellos que se convencían que era una epidemia pasajera
Como las anteriores influenzas estacionales.
Los escasos infectados que sobrevivían eran celebrados como héroes
Ignorando que el virus oculto
Les iba conduciendo a una larga muerta cierta,.
Se confiaba en los triunfos de la moderna medicina
Se confiaba que la elaboración de una vacuna
Acabaría con la pesadilla del juego
En que el virus parecía ocultarse para reaparecer
Con una nueva cara y virulencia.
Los científicos confesaban
Que ignoraban todo del comportamiento del virus.
Esa era la historia de la pandemia
Pero aquello que la pandemia iba revelando
Iba a terminar con nuestra brillante y aparente civilización.
Cinco años han bastado para borrar
Seis milenios de civilización humana
Y lo que aún ignoramos si ,acaso ,
Los milenios de la subsistencia del ser humano.
¿Será el momento, una vez más de la EXTINCION DE NUESTRA ESPECIE?
Nosotros lo ignoramos.
Aun cuando ,riendo, sin creerlo, nos decimos
¿seremos de nuevo como un Adán y Eva?
O bien portadores del virus
¿Mañana moriremos?
Huimos de nuestra ciudad
Cuando los muertos yacían insepultos en las calles
Muertos por la epidemia.
Muertos por la furia el miedo, el hambre.
La encontré a Ella y en sus ojos
Que miraban la calle larga
Embaldosada con restos
De una cólera ciudadana
Tenían una fiereza salvaje
No de matar presuntos culpables
Sino de vivir mientras pudiera.
Algo que a mí mismo me animaba.
Yo me preguntaba por qué yo no yacía
Con aquellos cuerpos rotos y desgarrados.
Por qué el virus me había perdonado
Algo demasiado inusitado.
Huir, huir de aquel mundo envenenado.
Vivir, vivir mientras aún pudiese.
La tomé del brazo y grité HUYAMOS
¿A dónde? Me dijo sin volverse
Lejos de esta ciudad que pronto
Será un osario
¿No ves a miles de buitres revoloteando?
Se volvió con fiereza
Huyamos SI de la ciudad maldita.
Ella tomó mi mano
Me arrastró en una carrera salvaje
Corrimos alocados
Hasta salir de los lugares devastados.
Acezantes nos detuvimos
Ella soltó mi mano
De entre sus ropas sacó un cuchillo
Rápida lo introdujo entre mi ropa
La rasgó de arriba abajo.
Desnúdate, desnudémonos
Estamos secretamente infectados
Desnudos enfrentaremos
Nuestro destino
Hasta que muramos.
Ese es el grito de mi cuerpo
Diciendo esto rasgó su vestido
Mi mente lógica me gritó
Desnudos vagaremos
Pero somos ciudadanos
No salvajes a la vida natural
Acostumbrados.
Dia tras día vagamos
Dejamos atrás aisladas casas
Con los muertos
Que ahora contenían.
Siempre adelante, más lejos
De todo campo cultivado.
Nuestros pies se ensangrentaron
Luego se encallecieron,
Olvidados del el hambre
Y el frio de nuestros cuerpos.
Nos bañamos en rios correntosos
Escalamos colinas rocosas,
Atravesamos pequeños desiertos áridos
Comimos plantas y hasta cactus
Pero estábamos vivos y sanos.
Cuando en aquel descanso
Ella me dijo:
Ven yazgamos
Ya había olvidado
Lo que era el sexo
Aun todas noches
Cuando dormíamos abrazados.
Entonces era el calor
El que no debía escapar
De nuestros cuerpos helados.
Fue el grito de un pájaro
El coito olvidado
Señal misteriosa
De que aun podrían nacer
NUEVOS HUMANOS
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