LA VIDA FRENTE A LA MUERTE
LA VIDA FRENTE A LA MUERTE
Cuando me refiero a los problemas
que tenemos los ancianos frente a la trampa más peligrosa de la
ancianidad consciente, afirmo que se trata principalmente de la
depresión.
Aquellas personas que han llegado a
una ancianidad avanzada, a la
que se suele dominar como la cuarta edad, la enfrentarán de dos
maneras bastante radicales:
-
La demencia Senil, que puede adquirir una gran variedad de formas y grados
-
Una conciencia clara y una mente despierta. Esta segunda situación implica una gran variedad de aspectos y grados.
Ignoramos mucho sobre la Demencia
Senil. Este oscurecimiento de la mente resulta muy misterioso para
aquellos que rodean a este tipo de ancianos.
El mismo proceso de la demencia
impide una comunicación con los ancianos, incluso cuando ellos
puedan tener momentos esporádicos de lucidez, como sucede en muchos
casos, y cuando los tipos de enfermedad mental que padecen aún no
están muy avanzados.
Todo nos lleva a pensar que ya no
se dan cuenta de que han entrado en un proceso terminal de la vida y
que sus momentos de depresión, o su depresión continua, son una
especie de “aburrimiento” al no poder relacionarse con la
contingencia diaria o porque viven un mundo de imaginaciones ignoto
para nosotros.
Por tanto no me voy a referir a
este aspecto de la ancianidad que para mí es un misterio
psicológico.
°°°°°°°°°°°°
En cuanto al segundo caso, creo
tener una cierta claridad ya que de alguna manera pertenezco al mismo
y he podido analizar casos diversos bastante coincidentes con todas
las variaciones derivadas de las experiencias y personalidades de
cada uno.
Desde luego la Depresión frente a
la muerte se puede dar no solamente en los ancianos de la cuarta
edad, sino que puede aquejar mucho más enfermizamente a los de
edades menores, sobre todo a partir de su jubilación laboral o a
la de sus actividades
debido a impedimentos de salud.
Entre los ancianos que conservan
una perfecta lucidez se dan dos casos principales para que la
Depresión se convierta en su problema principal.
Sobre todos aquellos que son
aquejados de algún tipo de enfermedad continua y aquellos que
padecen una enfermedad terminal.
El grupo más reducido y que
debería sentirse más afortunado son aquellos que tienen una salud
estable sin eliminar las
debilidades propias de una edad avanzada, pero que se consideran
como males menores incluso por el mismo anciano. Situación que le
suele dar la sensación de estar sano.
El problema generador de continua Depresión en toda esta gama de
ancianos es que se sienten
lógicamente COMO ENFERMOS TERMINALES porque se dan cuenta que,
aún en el mejor de los casos, su vida se “acaba” muy pronto.
Esa depresión fundamental se suele
agravar con largos repasos mentales a su vida anterior, rememorando
sus errores, frustraciones, y relaciones íntimas mal llevadas…
La Depresión tratada por
especialistas, psicólogos, geriatras y médicos, puede ser aliviada
técnicamente con mayor o menor éxito por medio de tratamientos
combinados con medicamentos.
El problema principal reside en que
en nuestro país son escasas las personas que tienne
acceso a esta posibilidad.
En otro aspecto es raro que las
personas cercanas a los ancianos adviertan que gran parte de los
problemas del anciano, incluso los físicos, provienen de una aguda
Depresión. Se suelen atribuir a causas tan difusas como “cosas y
sucesos propios de la ancianidad”.
Frente a la situación anterior
algunos ancianos tratan de solucionar su problema emocional ensayando
diversos fármacos y con mucha frecuencia a través del alcohol o
drogas populares
tales como la marihuana y
otros tipos. Estos recursos conducen indudablemente a un alivio muy
temporal y a la dependencia de drogas o fármacos.
El aspecto más maligno de la
Depresión es que se retroalimenta a sí misma. La persona sumergida
en la Depresión la aumenta continuamente con hechos cotidianos que
casi siempre tienen
escasa importancia pero que ellos en su estado de perpetua angustia
magnifican y dramatizan , a veces incluyendo a su entorno familiar.
Por familiar que se presente este
fenómeno de la Depresión en nosotros los ancianos me parece
antinatural y absolutamente destructivo de la vida de una persona.
Algo creado artificialmente , aunque
volvamos siempre a ello,por
la cultura, ese
invento ciudadano de tiempo inmemorial. Estudiando el desarrollo de
la vida natural, de los mismos animales (no olvidemos nuestra
animalidad real) y de los seres humanos que aun viven una vida
primitiva, se extinguen viviendo su VIDA hasta el último
momento.
La proyección de la muerte pienso
que proviene de la “herencia”. Los descendientes estaban
obsesionados desde el momento que se creo la “acumulación”
generada por la vida de asentamiento territorial o patriarcal, en
que el patriarca acumulaba algo
que se consideraba deseable “bienes”, y
cuando el patriarca
declinaba los cercanos,
como buitres esperaban
los momentos de la repartija. Esto debió ser la semilla de la
obsesión de la muerte próxima en los ancianos impulsado
por aquellos que le rodeaban..
Más tarde la religiones subrayan
la importancia de la muerte, porque esperan algo del botín que
proporcionará el muerto o el que temiendo la muerte les reparta
sus bienes o construirálos
monumentos religiosos qque
le permitirán pasar a la
posteridad.
No olvidemos que nosotros los de
la plebe, siempre reproducimos en medidas ridículas las actuaciones
ye idiosincrasia de nuestras veneradas élites de Poder.
Observando la documentación
etnográfica de los pequeños grupos humanos que viven una vida muy
primitiva que hace recordar un cierto entronque con la vida
multimilenaria
de los seres humanos “originales”, se advierte que su vida se
desarrolla sin la preocupación de la muerte. La muerte
“sobreviene” como una
circunstancia más de la VIDA. Sin
duda se lamenta cuando
sucede y
algunas comunidades la
celebran.
°°°°°°°°°°°°°°°
La Vida
es algo puntual en tosas sus etapas. Nuestras mismas formas
culturales tratan de disimular su fragilidad hipócritamente incluso
en los casos de guerra. Nos han creado el mito que
aunque todos los demás mueran
a uno no le sucederá.
Los primitivos , es decir aquellos
que viven sumergidos en la Naturaleza, probablemente no piensan en la
fragilidad de la Vida, sino que la sienten.
Eso les hace cautos
y capaces de reaccionar instantáneamente en caso de peligro.
Nosotros los ciudadanos,
aquellos que tememos y pensamos en la muerte, estúpidamente casi en
cada momento nos exponemos a ella o dejamos que el entorno la
amenace sutilmente, desde los alimentos en que nuestro instinto
natural ha sido borrado por la civilización, hasta
frente a los mil peligros tan presentes en las diarias “crónicas
rojas” que siempre “serán para los otros”, no para mí.
La espontaneidad
de la vida es lo que nos proteger frente a la muerte. No solo en
nuestra vida cotidiana sino frente a los procesos artificiales
creados por la Cultura imbuida por la comunidad humana en que nos
desarrollamos
En el caso de los ancianos es el
obsesivo convencimiento de su propia muerte, que en realidad, aparte
de los casos extremos, es tan aleatoria como lo era en todo el curso
de sus vida.
Esa obsesión es la que crea y
fomenta en ellos la DEPRESIÓN.
Si mañanas
o en un rato puedo morir, ¿qué sentido tiene realizar algo ? Esto
es como vivir en un suicidio permanente.
En todas las épocas han existido
personas realistas, esos que llamamos grandes sabios, que han
analizado profundamente los problemas que desmañadamente vengo
analizando. Generalmente sin grandes discursos, como sucede en
aquellos que han llegado a una sabia comprensión. Ellos crearon este
lema que para algunos puede resultar tonto:
AQUÍ Y AHORA
Aprender a vivir el momento.
Disfrutar de el momento.
Gozar del momento.
Dar gracias del momento. El creyente a la divinidad que acepte o
venere. El no-creyente al mismo hecho de estar vivo. Saber agradecer
sin distinción aquello que nos agrada o desagrada, ya que nadie es
capaz de distinguir si aquello que le parece “malo para él”
será a la larga, una bendición.
Existen muchas formas de meditación. Una de ellas es la que se llama
meditación Zen. No importa que para la mayoría resulte algo
exótico. Realmente es sentarse, por un momento, borra de nuestra
mente todo, dejarla en blanco y por un instante “sentirse
vivo”.
Resulta difícil!!!! dirán muchos. Menos difícil que pensar Pronto
moriré!
QUIEN LO LOGRE HARÁ TRIUNFAR EN SI MISMO LA
VIDA SOBRE LA MUERTE
¡SE LO DESEO!!!!
,
Comentarios