¿ESPOSA O ESCLAVA?
¿ESPOSA
O ESCLAVA?
M
e
propongo una reflexión sobre el hecho de que, al menos desde la
formación de las comunidades ciudadanas, la mujer, especialmente
en la pareja monoparental a ser, de hecho una esclava. Creo que
permanece siéndolo aun en nuestras sociedades del siglo XXI
especialmente en los estratos más desposeídos de nuestras
sociedades.
Fui
invitado a casa de un amigo con motivo de las festividades
nacionales. Hace días que estaba motivado a reflexionar sobre este
tema, pero observando como la compañera de mi amigo se afanaba en
los preparativos de la comida sin poder tomar parte de las
conversaciones sino simplemente actuando como sirvienta, se ha
reactivado mis deseos de análisis de la situación. Una situación
que va más allá de las convicciones de igualdad que se puedan
tener. Llegado el “momento social” este se impone sobre las
convicciones particulares y está diseñado culturalmente
de tal forma que aunque sus actores tengan otras convicciones el
esquema se repite y aparece el papel, más o menos diluido,
de Amo – esclava.
“Las
violencias contra las mujeres exceden los acontecimientos violentos,
y abarcan su
Producción
y reproducción como fenómeno social y discursivo. Los hechos
violentos y los
Discursos
sobre la violencia aparecen entrelazados, especialmente si se piensa
en papel que juega
La
cultura patriarcal en el desarrollo, perpetuación y validación de
las violencias contra las mujeres.
“A
las mujeres nos violan, nos asaltan y nos golpean, nos ultrajan, nos
humillan, nos deshumanizan,
Nos
manosean, nos asesinan, nos mutilan, nos prostituyen, nos martirizan;
y sobre el hecho los
Varones
afirman y aseguran en su ciencia, su literatura, en su práctica
cotidiana, en sus chistes y
En
sus relaciones sociales que a las mujeres nos encanta. Más aún
Gabriel García Márquez postula
–Poniéndolo
en boca de la mujer, cosa que también es la violación- que los
asaltantes y los violadores
Son
los mejores amantes y que las mujeres nos dedicamos el resto de la
vida a añorar la violación y a
Orar
para que nuestro agresor regrese, nos ultraje y someta de nuevo, para
“morir de amor entre sus brazos”.
Ante
todo es necesario advertir que en los medios en que se suele dar con
más fuerza y evidencia el papel amo – esclava en la pareja son
aquellos en que la mujer no dispone de un servicio en el que pueda
delegar su personalidad o bien este servicio sea insufienciente
frente a las necesidades del momento social. Esto se da en lo
estratos sociales económicamente medios y bajos, mientras que las
manifestaciones de servidumbre en los estratos altos, no suelen
aparecer en forma tan evidente y adquieren connotaciones diferentes
que más tarde subrayaremos.
Así
como el ser humano ha ido inventando diversas formas de ocultar
aquello que cada sociedad determina como feo, mediante un tipo de
encubrimiento distractivo tal como el vestido, calzado, maquillaje en
lo físico y realice algo semejante se da en lo moral y en todos los
niveles del ser humano. Nuestra vida social embellece los roles
tradicionales cuando parecen no concordar con las nuevas concepciones
culturales.
Se
necesita escapar a los condicionamientos culturales por medio de un
ejercicio de VERDAD hacía sí mismo para llegar a un análisis del
momento social en que se está viviendo. Yo denomino a este ejercicio
de conciencia cínica y cruel
TENER
UNA MENTE DE BISTURÍ
Es
decir, desnudar las situaciones de sus brillantes vestiduras y
hacerlas ver cínicamente desnudas a aquellos que estén dispuestos
a contemplarlas sin falsos pudores.
La
relación varón – hembra no ha variado en absoluto desde que la
hembra pasó de ser compañera como en los pueblos nómadas cazadores
y recolectores a la nueva concepción pastoril y ciudadana en la que
se instituyó la relación Amo – esclava.
Ya
la mujer no es compañera en la caza, pesca y recolección, sino la
cuidadora del fuego, de la progenie y al servicio sexual y descanso
del macho “único productor” del hogar.
El
varón se” mueve” (trabaja), la mujer es” sedentaria” (no
trabaja).El varón aporta la alimentación y hasta el lujo (por caza
animales o seres humanos), la mujer debe ser alimentada, defendida
igual que los niños, por tanto es inútil debiendo ser la servidora
del varón para que merezca que este se sacrifique en la caza, la
guerra, el pastoreo o labrando la tierra.
Dado
que el trabajo de la mujer es escasamente muscular, el varón lo
minimiza comparándolo con sus actividades.
En
los medios más acomodados y burgueses en que el varón ya no
desarrolla trabajo muscular sino intelectual o seudo intelectual, la
comparación con la mujer encargada del hogar es minimizada ya que
ese trabajo que se juzga rutinario y falto de imaginación es juzgado
de nuevo como inferior.
Esta
segregación que ahora se denomina de “género” está tan
arraigada que en el caso de que los miembros de la pareja tengan
actividades remuneradas desarrollando la misma actividad, en la
mayoría de los países, la remuneración de la mujer es inferior a
la del varón.
Las
culturas clásicas occidentales consideran a la mujer de alta
alcurnia, la” mater familias” la “matrona” como la esclava
principal con dominio sobre el resto de las esclavas, pero en ningún
momento comparable con el “páter familias” que tuvo derecho de
vida o muerte sobre los suyos y que conserva sus viejos privilegios.
En
los estratos ciudadanos inferiores, (la famosa plebe), la esposa es
simple y sencillamente una esclava.
En
Oriente, especialmente en algunos países, la mujer carece hasta de
la posibilidad de administrar sus propios bienes y suele estar sujeta
a una dependencia extrema del varón...
La
esencia de la esclavitud consiste en que un ser humano pierde su
personalidad y pasa a ser un “objeto”. Una mercancía. Un bien
de consumo.
Basta
observar muchas reuniones familiares o de amigos para darse cuenta
que la “dueña de casa” pasa a ser, entre los más pudientes, una
figura decorativa. Simplemente la SERVIDORA en la multitud de
familias de limitados recursos. Los varones en estos casos o
dirigen la reunión o forman un círculo con intereses propios
intelectuales, de negocios o deportes por señalar los más comunes.
MONOGAMIA
La
esencia de la monogamia se origina desde el momento que la cultura
mercantil ciudadana se impone.
El
ciudadano pobre ya no puede mantener varias esposas por razones
económicas. Aun lo puede hacer el campesino porque sus esposas son
su fuerza de trabajo, se mantienen a sí mismas y a la familia e,
incluso, pueden generar riqueza. El ciudadano pobre, artesano u
operario se tiene que limitar a una sola.
Siendo
así que los seres humanos somos polígamos por naturaleza, el
ciudadano suple esa deficiencia por medio de uniones clandestinas,
ocasionales o por la prostitución pagada.
Siempre
el macho siempre inseguro debido a la proyección de sus propias
tendencias reforzará culturalmente la monogamia en la mujer, y la
tendrá estrictamente vigilada en sus actividades mientras pueda o
bien institucionalizará el harem o purdah...
Tanto
la monogamia como el matrimonio antropológicamente considerado es
la unión contractual
de dos personas iguales y libres.
Por tanto, ambas tienen los mismos derechos y deberes. Cuando una de
las dos partes rompe el contrato carece de derecho moral para exigir
a su contraparte que lo siga manteniendo. Sin embargo el varón por
su concepto de Amo esclavista manifiesta que sólo él, debido a sus
necesidades y libertades de macho tiene derecho a violar el contrato
de monogamia.
Es
absolutamente falso que la monogamia sea lo natural en las uniones
humanas dado que por nuestro origen de mamíferos macho y hembra
tienen las mismas inclinaciones polígamas. En la hembra por motivos
culturales de represión con frecuencia terrorista legal (piénsese
en la lapidación que en algunos países todavía se ejecuta).
LA
CELOTIPIA
Si
bien los celos se atribuyen según Lacan a la proyección de la
propia infidelidad esto no revela su naturaleza profunda. Los celos
especialmente los más comunes que son de parte del varón hacia la
mujer, muestran con fuerza el concepto de “propiedad-mercancía”
que está en el fondo del problema.
Esto
es lo que genera en casos extremos el asesinato de mujeres o
feminicidio por parte de varones que legal o ilegalmente mantienen
relaciones sexuales con ellas. El varón las considera como su
“propiedad” la que puede destruir porque es “suya”.
MATRIMONIO
Sobre
el matrimonio existen una serie de tabúes e intereses creados
infinitos
El
matrimonio religioso se difunde como consagrado por las Iglesias. Es
falso respecto a la Iglesia Católica. Santo tomas de Aquino
dictaminó claramente que el matrimonio religioso se consuma por la
aceptación de los conyugues entre sí y que el sacerdote que lo
bendice es simplemente un Testigo.
Cuando
el siglo antepasado en Francia se instituye por primera vez el
matrimonio civil la Iglesia católica excomulga a los estadistas que
lo promovieron.
El
Estado tampoco casa a nadie sino como en el caso del sacerdote
TESTIFICA
EL CONTRATO QUE REALIZAN LIBREMENTE DOS PERSONAS
QUE
DECIDEN LIBREMENTE REALIZAR UNA VIDA EN COMÚN
Con
las consecuencias que ello pueda tener, entre las cuales se supone
(por costumbre) que lo más importante y determinante serán las
sexuales y la procreación.
Ningún
país ni religión prohíbe que lo que se da con cierta frecuencia
por múltiples razones (una de ellas la adquisición fraudulenta de
nacionalidad etc.) los contrayentes hayan decido que su matrimonio
sea “blanco”, es decir sin relación sexual alguna.
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