reflexiones

SUBDESARROLLO (II)


Al menos, nuestra cultura europea nos hace vivir en el mundo de esquemas culturales preconcebidos que se pueden denominar como “lo que debería ser”. La eficacia de estos esquemas en el pasado remoto es un tanto incierta porque se suelen mitificar como paradigmas felices. El hecho es que en nuestro mundo actual son ineficaces y solamente aparecen como escenarios de teatro. Eso se comprueba fácilmente ya que lo negativo del incumplimiento de estos esquemas genera una perturbación sico-social profunda a nivel individual.
Tenemos, por ejemplo, el esquema de la familia monogámica, estable en el tiempo, jerarquizada, con roles bien definidos. Raramente se da este tipo de familia en la realidad cotidiana. La comparación emocional de lo que debería ser frente a lo que sucede, crea distorsiones emocionales, porque las personas no lo pueden aceptar. Unos se sienten culpables, los otros traicionados y víctimas. Las neurosis depresivas y de tipo más graves se multiplican. Se cometen crímenes que tienen como justificación subconsciente la justicia del talión: desde esposos que se creen traicionados a sicópatas que se consideran victimizados en su infancia vengándose por ello en inocentes…Las Crónicas Rojas de los “media” están repletas de este tipo de casos, sin contar los menores de nuestra vida cotidiana.

Comparado estas perturbaciones individuales me pregunto si el subdesarrollo de los pueblos tiene aspectos semejantes. Opino que sí. Como si la desadaptación a los esquemas previos socio-culturales engendrasen a nivel colectivo las mismas perturbaciones emocionales.

Los esquemas socio culturales en que vivimos no son naturales, sino esquemas idealizados, que crean modelos de lo que debería ser.
En realidad se trata de ideologías. Son adaptaciones a esas concepciones dogmáticas que funcionaron alguna vez cuando eran resultados naturales de determinado grupo humano en un tiempo y espacio determinados.
Por ejemplo, muchas leyes económicas declaradas dogmas infalibles fueron observadas y definidas en el siglo XIX en mercados naturales, siendo así que en la actualidad todos los mercados son manipulados. Políticamente las lejanas tradiciones democráticas de Grecia carecen de realismo en una población mundial 6.00.000.000 además sabiendo que nunca funcionaron en una población de 40.000 almas.
¿Qué se puede decir de las formas religiosas y espiritualistas? Vienen de la noche de los tiempos con adaptaciones regulares, pero manteniendo un fondo de creencias similares.
En tecnología que es donde nos suponemos más avanzados conviven con sistemas electrónicos de última generación otros sistemas tan primitivos como el serrucho y el martillo
En medicina junto las operaciones con rayos de varios tipos se usa el bisturí, la sierra e, incluso, el escoplo…
Se puede decir que esos esquemas primitivos son aun útiles, pero ello implica una incapacidad de adaptación a las nuevas condiciones de la actual vida humana, manifestadas en las formas de vida actuales, tanto a nivel cultural, como de desarrollo técnico y humano.

+++++++

He hecho alusión al calcado de esquemas pretéritos en lo político, religioso y económico. Se puede extender a muchos otros campos como la filosofía y, sobre todo, la teología.

Es probablemente como si no se hubiesen podido superar ciertos pensadores y técnicos de las edades pretéritas. Como si existiese el miedo acerca de las consecuencias de PENSAR nuestro nuevo mundo partiendo de su realidad como ellos lo intentaron hacer. Sabemos y estamos convencidos que ni Yeshoua, Aristóteles, Tomas de Aquino o Moisés, por citar a algunos, fuesen ciudadanos de nuestro mundo enfrentando nuestras realidades cotidianas, pero conservando sus capacidades mesiánicas e intelectuales, reaccionaría como sus seguidores de hoy, que parecen perdidos en un tiempo y espacio pretéritos y no en el mundo en que vivimos y en el que fácilmente podemos predecir.

Como pensador independiente (¿) me atrevo a afirmar que

VIVIMOS EN UN MUNDO EN QUE LOS VIVOS SOMOS DIRIGIDOS POR LOS GRANDES MUERTOS

Y, a veces, por los que no son siquiera ¡grandes!

++++++