reflexiones -

FUTILIDAD DE LA VIDA


Es cierto, el invierno y la sucesión de días oscuros me producen depresión e “ideas negras”.

Sin embargo, analizando la vida me pregunto:
¿En realidad qué es la vida humana?
Si la analizo, sin esquemas culturales previos y como filósofo antropológico, la respuesta es

LA LUCHA DE UN GRUPO DE MAMIFEROS, PARA DIFERENCIARSE DE LAS OTRAS ESPECIES Y BUSCAR UN SENTIDO A SU VIDA.

Esto comenzó lentamente cuando el ser humano, quizá hace un millón de años, tuvo conciencia de su separatividad respecto a los otros mamíferos.
El “no era como los otros”
El segundo paso instintivo debió ser
“yo no quiero ser como los otros”.

En el fondo, toda cultura implica una lucha continua por esa diferenciación que primero es la del mundo animal. Luego la lucha por alejarse de ese mundo animal que se juzga inferior y horrible.

Lo que el ser humano parece que nunca captó hasta bastante t arde fué que la diferenciación se produjo debido a una CURIOSIDAD obsesiva y a la aplicación del descubrimiento a creación de artilugios que multiplicaban su poder sobre el medio ambiente.
Esto es simplemente
JUEGO.

Nunca los seres humanos parece hemos superado este esquema. Nuestra vida más allá del esquema natural propio de todo mamífero

NACER, CRECER, ALIMENTARSE, MULTIPLICARSE
ES
JUEGO.
Juegos a los que damos, evidentemente, gran importancia, pero que en el fondo son fútiles, implican la necesidad del ser humano de experimentar su curiosidad y, en último término, escapar al anonimato entre sus congéneres.

Las culturas propias de cada Grupo, desarrolladas por el mismo, son un esfuerzo para enmascarar este análisis primigenio.
La tragedia es que esas mismas culturas que enmascaran nuestra animalidad fundamental, muchas veces conducen a los seres humanos a ser sub-animales.

Sé muy bien que, si casualmente me lee un filósofo del “status”, me clasificará como nihilista, pesimista…Mi aspiración es no integrarme a ninguna escuela, sino analizar la realidad del mundo que nos rodea tal como la percibo personalmente.
Siempre he creído que la aproximación a la realidad, por duro que sea, nos da la posibilidad de tratar de estructurar formas de vida más auténticas, aunque solamente sean para nosotros mismos.

Así, pueda ser que consigamos reírnos con la

RISA INEXTINGUIBLE DE LOS DIOSES.

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Por cierto, los taoistas creyeron que los seres perfectos eran los “humanos de los Orígenes”. Otra utopía, pero que les proporcionó hermosas formas de vida.